Temblad malditos, temblad.

El pasado jueves, el congreso aprobó la llamada ley Antitabaco, que se muestra bastante dura con los fumadores, y muy poco indulgente con los propietarios de los locales de hostelería. A priori, los principales afectados debido a las reformas que deberán acometer en sus locales, para adaptarlos a las nuevas normas.




Como no, las encuestas se muestran enérgicamente a favor de esta nueva ley, pero en este país no es extraño; me recuerda a las entrevistas en la tele en las que todo el mundo dice que a los que conducen borrachos habría que meterlos en la carcel, para luego seguro irse a tomar su vermú o su carajillo al bar Casa Manolo.

Queda por ver, si la ley se adptará a nuestra rutina diaria, o si por lo contrario pasará como con otras muchas normas que se implantan y que todo el mundo, incluida la autoridad, se pasan por el forro de los mismísimos.

Spain is different, como dijo el otro.



Activista protestando por la nueva ley.